Escuchar el pitido de tu reloj despertador, ver el reloj marcando las siete en punto, levantarse para ir a la ducha, caminar al baño mientras los pájaros cantan. Encender el calefón, darse una buena ducha con agua tibia. Secarse. Ponerse ropa seca y lavarse los dientes. Bajar las escaleras, prepararse un rico desayuno, tostadas con mantequilla, té y un yogurt con cereales, caminar al comedor, sentarse. Comer, masticar, degustar el desayuno con la luz natural de una mañana. Limpiarse con una servilleta, escuchar el sonido que emite la cuchara al revolver el té y masticar el pan crujiente. Lavar los platos con una esponja. Subir a la habitación, ponerse zapatillas, mirarse al espejo, tomar la mochila, las llaves, los cigarrillos y adiós hogar.
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